ALJINAJAS A BABOR: Diario de Bitácora
- Lunes, 20 de junio.-
Tras la travesía mas larga de este viaje por escalas, divisamos las costas de Argelia y fondeamos en el puerto de Annaba, primera parada fuera del viejo continente. Olores y sonidos diferentes envuelven nuestra llegada, logrando que ansiemos desembarcar en este antiguo enclave mediterráneo, poblado desde la época paleolítica. Nos han hablado de sus idílicas playas, de su centro colonial con sabor francés y de sus locales de ocio nocturno.
Playa de Annaba Plaza de la Revolución
Pero no es ese el turismo que, esta vez, deseamos hacer. Por eso, visitaremos las ruinas de Regius Hipona, la basílica de San Augusto o la mezquita El Bey.
Mezquita El Bey
Nos mezclaremos con sus gentes, abiertas y cordiales y nos dejaremos arropar por la hospitalidad árabe, mientras respetamos su mes del Ramadán. Esperaremos que se oculte el sol para escuchar la música de la Malouf en la voz de Benani Hamdi, compartiendo con familiaridad el cuscús, el tajín o la bureka annaní, siempre acompañados de una taza de té. Y cuando la vigilia se alargue, endulzaremos la noche con postres exóticos con sabor a especias y agua de rosas, mientras escuchamos historias de judíos y moriscos expulsados, que encontraron en estas tierras un nuevo hogar.
Comida de Ramadán Té y dulces árabes
Araceli: contramaestre
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